Frente a la creciente moda de ser una “bruja moderna”, tres sacerdotes exorcistas explicaron los peligros de abrir las puertas a la hechicería.
En la actualidad existe la moda entre algunos jóvenes, sobre todo mujeres, de afirmar que practican la brujería, que implica el uso de cristales con fines curativos o espirituales e incluso lanzar hechizos con la esperanza de que se cumplan sus deseos.
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Frente a esta preocupante realidad, Register entrevistó a un párroco que sirvió como exorcista, cuyo nombre se mantiene en reserva.
El sacerdote dijo que “lanzar hechizos es malicioso”, porque al hacerlo “estás tratando de controlar algo ¿Y cuáles son los poderes a los que se recurre? No es el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Todo lo que se llame va a estar contaminado”.
Esto es una seducción del diablo que usa para atraer a las personas a él, y que “invocar un poder que no es de Dios y establecer una relación con ese poder” es inútil y solo trae consecuencias negativas para quien lo realiza.
“Si pides un favor, estos ‘espíritus’ no querrán ayudarte a largo plazo. Si crees que lo hacen, te estás engañando a ti mismo”.
“Una vez que estos poderes demoníacos están en una relación contigo, tienes que pasar por un gran nivel de batalla espiritual para ser libre. No te van a dejar ir”.
El diablo es un acosador, porque “el mal no se preocupa por tu libertad; quiere control” y “es Dios quien quiere que tengas la verdadera libertad”.
El sacerdote les advirtió que se detengan, porque “crees que puedes controlarlo, pero no puedes”.
A los que quieren salir de este control, el sacerdote les dijo que deben tener una relación con Dios, sino “el mal seguirá diciendo que somos dueños de esta persona”.
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Mons. John Esseff, exorcista de la diócesis por más de 40 años, dijo que para hacer frente a las consecuencias de la brujería, se debe recurrir al Sacramento de la Reconciliación, pues “una confesión vale más que cien exorcismos”.
